Tweet
1234567890 no son si no una serie de números que combinados de diferentes formas nos abren las puertas de nuestro dinero, nos facilitan comunicarnos, nos ofrecen seguridad, operar en internet, encontrar a alguien, compartir información... Pero ¡ay de aquel que los olvide o se los roben!, su vida se convertirá en un auténtico infierno. El móvil, la tarjeta, la alarma, caja fuerte, todo se basa en una serie de 6 ó 9 digitos combinados con letras que nos abren las puertas al mundo.
Aún recuerdo una exposición de la Inquisición donde se mostraba, entre otras muchas cosas, un cinturón de castidad femenino que tenía un enorme y pesado cerrojo. Me imagino a ese Señor feudal cuando quisiera meterle mano a su señora. Que desilusión se iba a llevar ella pensando lo que guardaba su caballero en la bragueta, aquello que tanto le abultaba, no eran si no las llaves del candado de su cinturón. Ahora no hay lugar a aparentar, a no ser que guardes los números de las combinaciones forjados en plomo en los bolsillos.
Hasta el Vaticano a de adaptarse a los nuevos tiempo, San Pedro no tiene llaves, ¡maneja números! a ver si os vais a creer que la tecnología no llega a las puertas del cielo, ¡hombres de poca fé!
No hay comentarios:
Publicar un comentario