Tweet
Valga de introducción a mi persona y las reflexiones que pueda plasmar en esta ventana, el post que me pongo a escribir hoy.
Mañana de San Juan de 2011, ayer no hice ninguna hoguera, no quemé esos papeles escritos con deseos que quiero que se cumplan, o eran los que no, el caso es que no quemé nada; bueno, algo si que se quemó, la barbacoa que hicimos los de siempre. Digo los de siempre, no de manera despectiva, al contrario, pero es que siempre somos los mismos y casi siempre hacemos lo mismo, eso si, nos reímos igual. Llevo unos años que se parecen los unos a los otros como gotas de agua, el desarrollo es simple, trabajo en algo que me ilusiona en principio, entro en la monotonía, me adapto, aprendo y se me termina el contrato, vuelta a empezar. Sentimentalmente la descripción podría ser parecida, pero sin contrato de por medio. La motivación es inversamente proporcional, paso de la desgana primero a la entrega final, no me entendáis mal, es progresivo, no en plan que cuando lo veo todo perdido es cuando intento arreglar y hacer cosa para tener contenta a la parienta, no.
En realidad todo huele a chamusquina, al final si que se quemó algo anoche o lleva ya quemándose varias Noches de San Juan seguidas, ¿seré yo?.
Desde mi pequeña y a la vez gran experiencia vital, no se si soy la persona adecuada o cualificada para darte unas palabras de esperanza pero debido a la amistad que nos une, lo voy hacer te parezca mal o bien.
ResponderEliminarLa vida es cíclica y a la vez no lo es. Pasan los años y vivimos inmersos en ciclos, puedes no darte cuenta, pero un día muy concreto, sin esperarlo o voluntariamente buscado, saltamos a otro ciclo... mejor o pero pero diferente. Ahí se encuentra la esperanza. Desear que el siguiente sea el mejor de nuestra vida y que dure por mucho tiempo.
Pueda parecer que nunca saldremos del ciclo malo o tedioso pero todo tiene un comienzo y un fin.
¿Misión imposible?. A veces lo es. Sacar el máximo partido y disfrute a una mala temporada pero... todo vuelve a empezar algún día.
Si crees que algo lleva quemándose en ti, varios años, ten por seguro que pronto llegará el momento que deje de consumirse y entonces sabrás que es hora de cambiar... al igual que la barbacoa de disfrutamos los amigos, en la noche de San Juan 2011.
Paco.